La locura del trail: inscripciones a la carrera

¿Es el trail un bluff, una burbuja que acaba de empezar a hincharse y que veremos crecer y crecer hasta que explote y todos nos demos cuenta de dónde estamos en realidad, con el consabido hostión de mucha gente incluidos organizadores, patrocinadores, corredores, etc?. 

Esta pregunta surge desde hace tiempo en el mundo del running y en especial del trail desde hace ya algo de tiempo, ante un crecimiento exponencial de adeptos, pruebas, circuitos, a veces mejor o peor paridos, en el que todos nos preguntamos si hay sitio para todo y para todos. De momento sí, o eso parece a tenor de lo acontecido con las inscripciones en este inicio de 2014. 

El 02 de Enero se inició la inscripción al Gran Trail de Peñalara, con su prueba reina de 110km (500 plazas) y otra de 80km que históricamente aguantaba semanas hasta completarse. El mismo día (casi a la misma hora), se abrían inscripciones a la Hiru Haundiak (1.600 plazas), dura prueba de 100km que se celebra cada 2 años. Tan sólo dos días después, el 04 de Enero, se abrían las inscripciones de los 101km de Ronda (3.500 plazas para marchadores). Pues bien, GTP110 se completó en el día teniendo los usuarios que atajar directamente desde la web de inscripciones porque la del organizador estaba colapsada, GTP80 al día siguiente, y Hiru Haundiak también en las primeras 24h. En el caso de Ronda en 22 minutos se completaron las 3.500 plazas y 1.000 plazas más de lista de espera, lo nunca visto. Eso sin hablar de los sorteos, UTMB 6.000 personas para 2300 plazas sólo en la versión larga, más de 11.000 solicitudes en total. Zegama, 225 plazas para miles de solicitudes. 

En dos días se abre CSP115 y MiM. Será más de lo mismo. En nuestra zona, no me quiero imaginar lo que sucederá con La Ruta de las Fortalezas. El Maratón Aplino de Madrid es otra jauría de lobos. Queda demostrado que es, al menos, tan difícil a día de hoy conseguir una inscripción para algunas carreras en concreto como prepararlas o terminarlas. El índice de abandonos de cualquier ultra no suele superar el 50%, y llega en ocasiones extremas climatológicas al 70%, dándote un generoso 30% de finishers en el peor de los casos, que es la misma opción de que te toque el sorteo de UTMB, y el doble o el triple de que te toque Zegama. 

Gran parte de este problema es la "facilidad" de pulsar desde casa un botón y con ello hacer 100 o 166km y otro tanto desnivel en nuestra mente. Sin requisitos previos exigidos que demuestren capacidad de conseguirlo, salvo tener conexión a internet, tarjeta de crédito y dinero en el banco. UTMB tiene 6.000 solicitudes de 75 países. En Ronda participan 3.500 y se habrían apuntado otros 3.500 sin problema. La diferencia es que uno exige demostrar aptitudes y otro no. Si UTMB fuera a puertas abiertas y con un límite horario tan laxo como Ronda, veríamos más de 20.000 solicitudes al año. Resultado:

- Ronda 2013: 2068 finishers de 3500 inscritos (59%)

- UTMB 2013: 1685 finishers de 2300 inscritos (73%). 

¿Alguna diferencia?. Sin entrar en debate sobre la dureza de ambas ni los tiempos de corte, que sino le sacarían los colores a más de uno. La diferencia está en exigir capacitación. Ronda podrían acabarla 2500-3000 corredores (71-85%) con los tiempos de corte que dan si todos los inscritos estuvieran de verdad preparados. Conclusión: entre 500 y 1000 personas bien preparadas cada año se quedarán sin inscripción porque los del sillón-ball le han dado antes al botón, aunque luego no puedan terminarla. Ni siquiera exigen un certificado o reconocimiento médido-deportivo obligatorio que persuada a los más vagos o a los que no tengan clara su preparación.

Y luego hay otras carreras que tienen inscripciones de sobra, están igual o mejor organizadas que las citadas, mejor precio, mejor trato al corredor, y que por falta de marketing, poca publicidad o tradición, pasan casi desapercibidas o incluso luchan por no desaparecer. En unos años veremos un equilibrio, las carreras que no sirven desaparecerán, las muy famosas tendrán que recurrir a sorteos en vez de a ilógicas carreras delante del ordenador a ver quién pulsa el botón antes o a quién no se le queda colgada la web. Las carreras pondrán requisitos para participar acorde a la dureza de las mismas, certificados médicos obligatorios como hacen en toda Europa, etc. Pero hasta entonces toca ponerle las zapatillas voladoras al ratón y al teclado cuando abren una inscripción o rezar a todos los santos cuando hay un sorteo. Una vez en la línea de salida de un ultra, lo más difícil estadísticamente está hecho, apuntarse, y lo más duro físicamente también, prepararla. Así que, ¿qué te va a impedir terminar?.